¿De verdad hacéis eso por mi? ¡NO ME LO PUEDO CREER!
Esta es quizá la frase que más hemos oído desde que comenzamos a contar nuestra idea hace hoy ya casi 10 años. La satisfacción cuando escuchas esta sencilla exclamación es impresionante… está claro, hemos dado en el clavo.
Sin embargo no todo es tan fácil. En 2004 salimos a la calle y convencidas de las ventajas indiscutibles de nuestro servicio, nos encontramos con PERSONAS que entendían a la perfección la necesidad, pero eran PROFESIONALES en EMPRESAS que aún no estaban preparadas para invertir en mejorar la calidad de vida de sus personas y ni se habían planteado contar con un presupuesto para ello. Estos fueron nuestros primeros pasos, nuestros primeros años, en los que tuvimos que crear nuestro propio mercado, lidiar con la contradicción de un mercado formado por empresas aún no preparadas pero en una sociedad totalmente abierta para recibir nuestro servicio, anhelando, como personas, disfrutar de un beneficio como el que easylife estaba ofreciendo. Y es que respondía a una necesidad real y concreta. No era una invención, los estudios lo indicaban, la sociedad demanda TIEMPO, tiempo para la vida, tiempo para la auto-realización y eso es lo que nuestros servicios ofrecen a las personas: tiempo de calidad.
Esto es lo que nos mantuvo vivos, ver las caras de los profesionales de RRHH cuando contábamos lo que hacíamos, apreciar en su mirada que si fuera por ellos, el servicio estaba contratado al día siguiente. Supimos esperar, supimos influir, supimos demostrar a las empresas que apostar por las personas es apostar por el negocio. Sabiendo que la tesis inicial era correcta y simplemente, teniendo esa resistencia que da CREER.
El éxito llegó y las empresas nos abrieron sus puertas para ofrecer a sus empleados un servicio sin precedentes. Las buenas ideas se abren paso…y como arte de magia, de verdad, no es un tópico… un día sin saber concretar muy bien cuándo y por qué, todo confluyó, el mercado, la sociedad, las personas, estaban preparados. Preparados para recibir nuestros servicios, y pudimos entender que era en ese momento cuando empezaba nuestro camino.
Hoy nuestros servicios llegan a más de 60.000 personas y lo que más oímos entre nuestros clientes, todos los días, es: ¡No me lo puedo creer! ¿Haríais eso por mí?
GRACIAS!
Genoveva Mendoza Daroca